Fui salva a la edad de siete años en Panamá durante una campaña evangelística. A los 12 años, confirmé mi decisión en el Rancho Palabra de Vida, donde aprendí que el Evangelio se trataba de tener una relación personal con Cristo y no solo de la seguridad de llegar al Cielo.

Años más tarde, Dios me llevó de regreso a Palabra de Vida en Nueva York para unirme a su personal durante siete años. Mi hermana Traci y su esposo Mirko comenzaron el ministerio de Palabra de Vida en Panamá en 1994 y he estado colaborando con ellos a lo largo de los años. Mientras vivía en Atlanta en 2009, sentí que Dios me dirigía a ser parte del trabajo en Panamá. Como crecí en Panamá, lo consideraba mi “hogar”, así que estaba muy emocionada de regresar para servir al Señor con el objetivo de alcanzar a los jóvenes para Cristo.

En agosto de 2017, recibí a cuatro niños panameños a quienes había cuidado en 2013 durante nueve meses con el ministerio del hogar de transición Ana Panamá con el que nos asociamos. Vivimos en el pueblo de Chame, a unos 10 minutos de la propiedad del campamento de Palabra de Vida. Estoy agradecida por la oportunidad que Dios me ha dado para servir en Panamá con Palabra de Vida y estoy bendecida de ver cómo Él está trabajando en el país de Panamá.