Nací en China, pero a los cuatro años mis padres y yo nos mudamos a Panamá. No crecí en un hogar cristiano, así que mis padres nunca me hablaron de Dios y nunca fuimos a la iglesia. Cuando tenía 17 años, Palabra de Vida presentó un drama en mi escuela. Cuando terminó el drama, estaban repartiendo folletos para su campamento de verano. Fui a ese campamento y fue la primera vez que escuché que era una pecadora. Recibí a Cristo como mi Salvador el 4 de marzo de 2003. Empecé a asistir a una iglesia local, alguien me discipuló, y Dios me desafió a estudiar en el Instituto Bíblico en Argentina. Pasé tres años estudiando la Biblia y me uní al equipo de Palabra de Vida Panamá en 2008 trabajando con la juventud de mi país.